A veces en nuestro día a día vamos en piloto automático y a veces olvidamos cosas importantes.
Cosas importantes como atender emociones que nos han surgido, y por no ser el momento adecuado las hemos "silenciado"...
A veces, al hacer esto, se queda una pequeña angustia en el corazón, al principio sutil, y piensas: “Si me evado con otra cosa, seguro que se me pasa”. Y a veces se pasa. Y a veces, al poco tiempo, vuelve con más fuerza y tarda más en irse... y quizás esa pequeña “angustia” opaca un poco tus días y eso hace que tu energía general esté más bajita.
Cuando mantenemos ese estado durante un tiempo, nuestra vibración comienza a bajar.
Cuando nuestra vibración baja, quizás nuestros pensamientos tienen más cantidad de miedo que de amor y confianza (por ti y por todos), y esos pensamientos hacen que la angustia en el pecho sea un poco más pesada, pudiendo ese desequilibrio afectar a más centros de energía. Quizás podemos sentir como un “nudo” en el plexo solar, y claro, todo esto afecta a nuestro estar en la vida, nuestra percepción de nosotros y cómo nos relacionamos con los demás.
A veces, por adaptarnos a las rutinas de otras personas, o por formas de “socializar” que nos alejan de los hábitos que son sanos para nosotras, olvidamos cosas importantes.
Cosas importantes como cuidar nuestro descanso y nuestros momentos de contacto con la naturaleza... con el silencio externo e interno...
Sabemos que lo urgente no siempre es lo importante, y en esta vida de urgencia... ¿Adivinas qué se suele quedar atrás? Efectivamente, nosotras.
Cuando pasamos mucho tiempo alejadas de lo que nos procura bienestar real (y no recompensa inmediata), nos vamos desequilibrando, vamos perdiendo nuestra conexión con nuestra esencia. Si eso pasa, cuando la vida nos trae una experiencia, quizás no la gestionamos desde el mejor lugar interno.
En ocasiones, algún encuentro o una situación activan una memoria de otra vida, y vivimos sensaciones y emociones que no se ajustan del todo a este ”presente” y nos afectan ...
Cuando estás en tu centro, alineada con tu corazón y conectada con lo que eres en esencia, la vida se vive de otra forma.
En ocasiones, al liberar esa distorsión energética en corazón o plexo, se restablece el flujo energético, y la vida (tu percepción de la vida y las energías que atraes por resonancia) se vuelve más ligera.
Estas son solo algunas de las situaciones en las que la terapia energética con minerales puede ayudarte a recuperar tu centro, y desde tu centro la vida se vive de otra forma.
También ocurre a veces que cuando estamos equilibradas, en nuestro centro y quitamos los bloqueos que nos condicionan (en esta vida y en otras), nuestras capacidades naturales emergen en nosotras.
Nuestra intuición, tantas veces bloqueada por la mente o el miedo, nuestra conexión con lo que somos más allá de lo que creemos que somos, nuestra sabiduría profunda que solemos ignorar, el poder creativo y generativo de nuestra energía sexual, forman parte de nuestra naturaleza esencial.
Lo que somos por naturaleza (y sin excepción) emerge cuando estamos energética, emocional y mentalmente equilibradas, si lo permitimos y le damos el espacio. Nuestras capacidades naturales emergen cuando eliminamos los obstáculos y alineamos nuestra energía para manifestar lo que realmente somos.
Si estás en alguna de estas situaciones o si sientes que en el trabajo que ofrezco puede haber algo para ti, ponte en contacto conmigo.
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