Del 100% de la información objetiva que tenemos a nuestro alrededor solo percibimos un 0,01 % de información. De la información que percibimos (que recogen nuestros sentidos) el cerebro utiliza aproximadamente el 5 %.
Por ejemplo, si a nuestro alrededor hay 400.000.000.000 de unidades de información, captamos 40.000.000 y nuestro cerebro procesa y utiliza 2.000.000 de unidades de información. Nuestro cerebro no puede procesar toda la información en un tiempo práctico para la vida. Se procesa la información que se considera útil para nuestra supervivencia y que sea coherente con nuestro sistema de creencias, el resto se descarta. Se basa en la coherencia y el pragmatismo. Es decir, nuestra mente recoge una minúscula parte de la información, la interpreta y modela para adaptarla a "nuestra realidad específica", y nos pinta en base a eso nuestra película.
Para establecer contacto con nuestras energías sutiles y la energía de los minerales, vamos a conectar, a través de nuestros sentidos sutiles, con algunas de esas 399.998.000.000 unidades de información que no consideramos.
Podemos compararlo con los colores y los sonidos, nuestros sentidos perciben una determinada gama de colores, dejando fuera de ese rango los infrarrojos, los ultravioletas… Otros animales sí pueden verlos, nosotros no, al igual que determinadas frecuencias de sonidos. Que no lo percibamos no quiere decir que no exista y nos afecte.
Vivimos en unos tiempos donde la parte lógica de la mente ha estado al mando. Nos creemos que somos nuestra mente consciente y nos creemos que lo que pensamos es realidad innegable. En estos momentos de cambio necesitamos más que nunca empezar a vivir desde otro lugar.
Abrámonos a vivir desde el corazón, desde la conciencia de unidad, desde eso que somos más allá de lo que nos han condicionado a ser. Abrámonos a mirar a los ojos a otro ser humano y simplemente sentir, sin que nuestro filtro mental lleno de creencias obsoletas esté en medio.
Desde ese lugar podemos, entre otras cosas, descubrir nuestros sentidos innatos y empezar a vivir experiencias diferentes. Estas experiencias se pueden escapar de la estructura de realidad que hemos asimilado como cierta (nuestras creencias), para poco a poco ir ampliando, o desintegrando, lo considerado como "la vida" o "el ser humano" y abrirnos a nuevos paradigmas.
Nos situamos en ese lugar interno para vivenciar los Talleres experienciales Descubre y Siente los Minerales Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3
Paloma Godoy
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