Estamos en una relación íntima con nuestra pareja, estamos abiertas, receptivas, disfrutamos… De repente, algo desencadena un miedo tan sutil que no identificamos… No tenemos muy claro que ha pasado, pero nos hemos cerrado… Ahora me molesta que me toque así… Quiero parar y salir de esta energía.
Estoy en casa leyendo relajadamente, mi pareja me ha dicho que volvía a las 22 h. Son las 22:15 y no ha llegado. Aparece angustia, miedo y pensamientos que me hacen sentir mal, inseguridad, falta de confianza... Es como si me cubriera de repente una pesada manta oscura. Cambia mi estado anímico, mi discurso interno y mi estado energético… Siento la herida de la traición que muerde en el corazón…
Hay una parte de mí que sabe que no tiene sentido, que es absurdo sentirse así y que además es extremadamente poco razonable cada uno de mis pensamientos y emociones… Pero ha activado una película y no sé cómo pararla…
Una situación "normal" desencadena una serie de emociones que no corresponden, por intensidad o coherencia.
Muchas veces las memorias que portamos salen de esta forma. Pueden ser miedos profundos, reacciones emocionales intensas que desencadenan ciertas situaciones, bloqueos o tendencias a sentirnos de determinada forma que sabemos racionalmente que no se sostiene.
Cuando tenemos una experiencia, almacenamos en nuestro sistema la información sensorial, la información contextual, y la emoción. El cómo vivimos una experiencia y lo que registramos de ella es altamente subjetivo. Si la experiencia la vivimos como una amenaza en cualquier sentido y la emoción es intensa, puede que no lo gestionemos de forma funcional y se mantenga en nuestro subconsciente condicionándoos en la sombra para prevenir futuras amenazas.
Si nosotras no transcendemos esas experiencias, podemos transmitirlas a nuestra descendencia.
Podemos llevar memorias de experiencias propias, de nuestro linaje familiar, de otras vidas y del femenino universal.
Cuando te encuentres en alguna situación así, pregúntate si te recuerda a alguna situación emocional vivida por ti, o si alguna de tus ancestras se sentía así en su vida o sus relaciones. Misma emoción, diferentes contextos. Sigue la emoción, es el hilo para desenredar la madeja.
Para algunos tipos de medicina que consideran la salud de forma holística (no es el caso de la medicina basada en eliminar el síntoma), cuando se ha sufrido una herida emocional o física, se genera un bloqueo energético (nosotras lo llamamos Memorias), vinculado a una o varias zonas del cuerpo físico y energético. Ese bloqueo se mantiene en nosotras sostenido por nuestra propia energía, que deja de estar disponible para nuestra salud, vitalidad, expansión y placer. Además del drenaje energético, las memorias nos condicionan profundamente en nuestras relaciones con otras personas, con nosotras y con la vida.
Cuando liberamos la carga emocional y observamos la información sin juicio, deshacemos el nudo. Aumenta nuestra comprensión y la energía vuelve a estar disponible para nosotras. En el caso de las memorias asociadas al útero, afecta a la creatividad, creación, placer y apertura a la vida y plenitud sexual.
Entre otras cosas, trabajamos esto de forma muy práctica y vivencial en el Taller Mujer, Reconoce tu Poder. No deja de sorprenderme taller tras taller el cambio que muchas mujeres experimentan.
Paloma Godoy
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