A poco que te interese el tema, ya sabrás que esta práctica tiene sus orígenes, al menos hasta donde se conoce, en las prácticas sobre de la energía sexual femenina de la antigua China y llega hasta nuestros días a través del trabajo energético del Tao, gracias a Mantak Chia.

 

Mi primer huevo mineral vaginal llegó a mi vida hace unos 10 años. Hace 10 años yo tenía un estado de consciencia muy diferente al que tengo ahora, pero una voluntad firme para realizar un camino interno de autoconocimiento y comprensión de mí misma. Al vivir ese proceso con mucha autobservación y presencia, fui capaz de observar cómo algunos programas (memorias del sistema) se activaban en mí, cómo me afectaban, y cómo mi subconsciente se comunicaba conmigo de diversas formas para ver lo que necesitaba ser visto.

 

A veces una toma de consciencia es una gran liberación y apertura casi natural, a veces implica tomar decisiones difíciles; dar la vuelta a la forma de relacionarte y despedirte de máscaras… Cada persona es única y cada momento vital también.

 

En esos primeros momentos mi trabajo principal con el huevo fue de autoconsciencia y sanación de memorias. El trabajo de tomar consciencia, potenciar y aprender a dirigir mi energía sexual se fue desarrollando de forma secundaria, y el realizarlo de forma consciente vino tiempo después.

 

La intención en este Taller es aportar todo el conocimiento práctico e información de las diferentes experiencias y etapas que he transitado con el trabajo del Huevo Mineral Vaginal.

En este Taller vamos a trabajar sobre nuestra energía femenina y nuestra energía sexual a nivel físico y energético a través del huevo vaginal mineral.

La vagina es un portal receptivo físico y energético que nos puede permitir acceder a aspectos internos sagrados.

A nivel físico, debido a algunas experiencias o con hábitos de vida, podemos perder tono, elasticidad, humedad… Asimismo, podemos acumular tensiones que nos dificultan el placer, desconectándonos de nuestra sensibilidad natural.

Con el uso consciente del huevo mineral a través de ejercicios de diferente naturaleza, podemos, por un lado, potenciar la energía sexual, y por otro, liberar las tensiones y energía congestionada que bloquea la sensibilidad y la receptividad propia del femenino.

Tonificamos la vagina y parte del suelo pélvico, movilizando la circulación de la zona de forma que se recupere el tono muscular y se restaure el flujo vital, lo que se traduce en amplificación y movilización de la energía sexual, así como mayor conciencia de la misma. Ayudando también a incrementar la vitalidad y humectación natural.

 

Estos ejercicios se equilibran con otros que, mediante la liberación de tensiones acumuladas en el canal vaginal (experiencias, memorias…), nos reencuentran con nuestra sensibilidad. A través de la relajación y expansión natural de la energía,  profundizamos en nuestra cualidad receptiva femenina.

Estos trabajos son beneficiosos tanto si no sueles tener una conciencia clara de tu energía sexual y sensibilidad vaginal, como si ya trabajas con ella y deseas profundizar.

Se darán las pautas para recorrer con consciencia un camino íntimo y personal desde el propio respeto y la honra a nuestra sensibilidad.

Se trabajará en el taller a través del conocimiento, meditación y trabajo energético, y se dejarán las pautas claras para que tú en la intimidad de tu espacio, respetando tus ritmos y sensibilidad, recorras los caminos que sientas.

 

Paloma Godoy