Lo que creemos que somos está marcado por la información sobre nosotras que nos facilita nuestro entorno de muchas formas y por muchas vías: en el seno familiar, la educación y la sociedad y la religión. Hay mucha información que se transmite con palabras, pero la mayor parte de ella (la que cala) se transmite de otra forma y la integramos de forma subconsciente sin cuestionarla.

A poco que te interese el tema, ya sabrás que esta práctica tiene sus orígenes, al menos hasta donde se conoce, en las prácticas sobre de la energía sexual femenina de la antigua China y llega hasta nuestros días a través del trabajo energético del Tao, gracias a Mantak Chia.

Un cuerpo censurado o culpable no se permite sentir placer.

En este camino que recorremos de "Lo que creemos que somos" a "Lo que somos", una parte esencial para la mujer es recuperar la relación y conexión con nuestro útero

La mujer, como la luna, es cambiante.

Quizás la información más distorsionada que hemos recibido es la relativa a la sexualidad y la propia energía sexual.